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La impresionante catedral ortodoxa rusa del siglo XIX es famosa por sus ricos interiores decorados, y cinco cúpulas en forma de cebolla.
El castillo de Toompea es un símbolo icónico del poder en Estonia. Es la sede del Parlamento y ofrece increíbles vistas de la ciudad desde sus terrazas superiores.
Un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO, el Casco Antiguo de Tallin está extraordinariamente conservado y lleno de casas, iglesias y plazas medievales.
El Palacio Kadriorg, rodeado de hermosos jardines, es una joya barroca que alberga el Museo de Arte de Estonia. El distrito de villas que lo rodea cuenta con espléndidas villas de madera de principios del siglo XX.
El Puerto de hidroaviones Lennusadam es el hogar del museo marítimo de Estonia. La arquitectura vanguardista alberga exposiciones sobre la cultura marina y la historia marítima, incluyendo hidroaviones y un submarino de la Segunda Guerra Mundial.
El Museo de Arte Kumu, ubicado en el Parque Kadriorg, es el museo más grande de los países bálticos y uno de los mayores museos de arte en el norte de Europa, con exposiciones desde clásicos hasta arte contemporáneo.
El mejor momento para visitar Tallin es entre mayo y septiembre, cuando el clima es cálido y los días son largos. Sin embargo, la ciudad también puede ser encantadora durante el invierno con su mercadillo de Navidad.
En Tallin, el transporte público, incluyendo tranvías, trolebuses y buses, es confiable y eficiente. La ciudad es también muy caminable, especialmente el casco antiguo.
Sí, Tallin es generalmente segura para los turistas. Sin embargo, siempre es importante tomar precauciones habituales para resguardar sus pertenencias.